Tras la estética de los certámenes de belleza, marcada por el glamour y el lujo, se encuentran multitud de intereses sociales basados en los cánones de belleza que recaen principalmente sobre la mujer. En este sentido, mi colección se basa en la premisa del estereotipo de Miss llevada al extremo, elevando la imagen ideal de reina de belleza hasta lo extravagante. Esta imagen es resultado de la explotación de su belleza por parte de la sociedad patriarcal, de la que resurge año tras año una fábrica de misses perfiladas bajo los mismos estándares. No solo se pretende que una miss sea bella, también se espera que sea sumisa, dócil y manipulable. Para crear Queen Bee ha sido referencial la estética de los años 80, tanto los grandes volúmenes como la gama cromática basada tonos empolvados, así como tiene gran importancia la gráfica, inspirada en la expresión facial de diferentes misses en el momento de su coronación.