En Argentina, el fútbol no se siente solo como un deporte, sino también como una religión. Es una omnipresencia que atraviesa el país en todos sus estamentos, desde un conjunto de pibes jugando en un potrero hasta miles de personas desgañitándose en un estadio. Es la pasión de multitudes y una poderosa forma de cohesión social, que sirve de base para la construcción de un proyecto de identidad popular. El fútbol forma parte de mi vida y la de mi familia desde que tengo uso de razón. Es por eso que ha sido la principal fuente inspiración para este proyecto. La colección propuesta es un tributo nostálgico y personal a mis raíces, mediante técnicas de serigrafiado y sublimación se buscó reflejar esa pasión por el fútbol tan argentina; la mezcla de tejidos, estampas y color construyen un paisaje lleno de emoción, entrega y frenesí.